Lo primero que tenemos que hacer es elegir el color que nos pondremos ese día y escoger un perfilador labial del mismo tono o de un tono lo más parecido posible al del labial.
Perfilamos los labios con el perfilador y los rellenamos maquillándolo con ese mismo lápiz, Después cogeremos el labial y lo aplicaremos sobre los labios con la ayuda de un pincel, no pasa nada si piensas que te has excedido con la cantidad, pues en el siguiente paso haremos que quede la cantidad justa.
Cogemos un tisú o pañuelo de celulosa desechable, lo separamos a la mitad, consiguiendo una capa de papel finita y lo sobreponemos justo sobre nuestros labios.
Con un poco de polvos translucidos transparentes y con ayuda de una brocha o borla aplicaremos sobre el papel que está encima de nuestros labios un poco de polvos translucidos, así dejaremos sobre nuestros labios una pequeña y fina capa de fijación. Así conseguiremos sellar el maquillaje son pasarnos con exceso de cosmético.
Con este pequeño truco conseguiréis tener unos labios perfectamente maquillados durante mucho más tiempo, ya veis que es un truco muy sencillo, rápido y fácil de aplicar.